¡Hola! ¿Cómo andan? yo muy bien. Hoy he decidido escribir un post acerca de una de las mejores cosas que he podido conocer. Esto es el Yoga.
Siempre me ha gustado hacer deporte y verme bien pero el gimnasio me llegaba a aburrir, no sé aparte del Yoga el único deporte que me ha gustado bastante también es el Pole Dance que lo aprendí hace un par de años atrás pero lo dejé por falta de tiempo.
Bueno, les cuento cómo llegué al Yoga. El año pasado cuando tuve una conversación con mi papá, me contó que estaba meditando, que le hacía muy bien y que debería intentarlo y pues le dije que iba a probar con meterme a una clase de Yoga a ver cómo me iba (ojo que no necesitas meterte a una clase para aprender a meditar pero yo quise hacerlo).
Probé con el Yoga tradicional en Lima Yoga por un mes y me gustó aunque les suene a cliché es verdad que encuentras paz y te sientes muy bien contigo misma, comienzas a ser consciente, a ser más agradecida por todo y aprendes a desapegarte de las cosas que te hacen daño (esto es un MUST para vivir en este mundo). Se me terminaron las clases y me olvidé del asunto.
Pero este año, después de mi cumpleaños sentí que algo me llamaba a que vuelva a hacer Yoga, esta vez me metí a una clase de Hot Power Yoga (que es como el power yoga pero con calefacción) y encontré lo que buscaba. Actividad física y energía que te llena de beneficios tanto internos como externos (sí, te baja de peso).
Ya tengo casi 3 meses haciéndolo una vez por semana y es increíble, además de estar delgada y feliz, mi mente y mi corazón están en paz y sentirte así no tiene precio. Este es el link de mi profesora, se llama Sandra y cada una de sus clases me trae más felicidad.
¡Nos vemos!
